Democracia y acción social en Cidade de Deus
Cuando la pandemia llegó a Río de Janeiro en marzo de 2020, los residentes de las favelas fueron los primeros en movilizarse para ayudar a las personas en crisis. Muchos de los que ya formaban parte de organizaciones comunitarias utilizaron su sabiduría, infraestructura y redes sociales para buscar y brindar ayuda, mientras que otros organizaron colectivos informales para recaudar recursos y acceder a los más necesitados. La escasez de recursos gubernamentales, algo que hemos documentado en otras investigaciones, ha fomentado la generación de nuevas redes de acción social, sistemas de colaboración y relaciones con financiadores fuera de la comunidad. En otras palabras, la falta de democracia nacional fomentó el crecimiento de la democracia local.
En esta investigación, nuestro equipo buscó comprender este proceso: quién ayudó en la recaudación y distribución de recursos, cómo se llevaron a cabo estas colaboraciones, cuál fue la participación de instituciones públicas y privadas y cómo fue esta experiencia para las personas que recibieron esta ayuda. . Con financiamiento del Social Science Research Council, realizamos la investigación entre septiembre de 2021 y enero de 2022. Durante este tiempo, organizamos un foro de discusión con representantes de estos grupos y realizamos 34 entrevistas con líderes de acciones sociales del CDD, financiadores , agentes públicos y beneficiarios de ayudas locales.
Hallazgos preliminares
01.
Reconfiguración de la democracia
La retirada de Estado de Cidade de Deus durante la pandemia condujo a un fortalecimiento de la democracia local, fortaleciendo los esfuerzos de las organizaciones existentes y activando nuevos grupos, personas y redes. Esto aumentó la importancia, la visibilidad y la capacidad de coordinación de los grupos nuevos y antiguos. Estos esfuerzos fueron liderados principalmente por mujeres negras, cuyo liderazgo en la esfera cívica local las elevó a roles sociales y políticos mientras determinaban cómo se movilizarían y distribuirían los recursos.
02.
La inversión de las relaciones Estado-Sociedad
Cuanto menos hacía el gobierno para ayudar a los residentes pobres en crisis, más intervenían las asociaciones cívicas encabezadas por estos residentes. Algunos funcionarios públicos mantuvieron su compromiso de ayudar a la Cidade de Deus mediante donaciones personales sin apoyo financiero del gobierno. Irónicamente, también documentamos muchos casos en los que asociaciones cívicas proporcionaron materiales a agencias públicas, incluidas máscaras y sillas de ruedas para la clínica de salud y la oficina de asistencia social.
03.
El ascenso del sector privado
Durante la pandemia, ni un solo grupo cívico recibió una subvención del estado, pero todos dependieron del sector privado para recibir donaciones de dinero, alimentos y tarjetas de regalo para financiar sus esfuerzos de distribución de ayuda. Los tipos de ayuda que los donantes han financiado han cambiado durante la pandemia: mientras que antes financiaban proyectos culturales, sociales y políticos, además de pagar los salarios del personal y los costos de la electricidad y otras infraestructuras, durante la crisis han trasladado esa financiación a servicios básicos. necesidades de alimentación y salud. Los vínculos fortalecidos entre el sector privado y las asociaciones cívicas de las favelas están remodelando la democracia en las favelas de Río, reemplazando al Estado por el sector privado en la gobernanza vecinal.